lunes, 15 de marzo de 2010

Malditos dedoslargos...

No recuerdo haber sentido tanto odio cuando me tangaron la mía..., quizá porque de eso ya hace lo suyo, o porque todavía quedaba la de mi hermano, quien sabe..., sea como sea, el caso es que me encanta la pasión del crío este..., ¡¡ que ardan en el infierno!!


Por otro lado, siempre puede uno consolarse con el: "podría haber sido mucho peor...", ( sin ir más lejos, tan sólo con pensar en las victimas de estos peligrosos hechiceros se me ponen los pelos como escarpias...)